La desaparición de Agatha Christie, digna de una de sus novelas - LA PATITA REPORT

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jueves, 27 de enero de 2022

La desaparición de Agatha Christie, digna de una de sus novelas


Los primeros años en la vida de la novelista fue educada en casa, instruida por su madre, quien deseaba que ella aprendiera a leer a los ocho años. Sin embargo, Christie aprendió a los cinco, así que desarrolló el hábito de la lectura a muy corta edad.

Después de la muerte de su padre en 1901, Agatha estudió en París durante cinco años y a su regreso fue a vivir con su madre a El Cairo, Egipto.

Basada en esa experiencia, escribió su primera novela, de corte romántico, que sucedía justamente en El Cairo y que tituló ‘Snow Upon the Desert’ (Nieve sobre el desierto).

En Egipto también hizo vida social, ya que en ese tiempo este era un destino turístico habitual de los británicos ricos. De regreso en Inglaterra, durante una fiesta, conoció a Archibald Christie, un oficial del ejército asignado al Royal Flying Corps, el 12 de octubre de 1912.

Contrajeron matrimonio dos años después, en 1914 y, en 1919 la novelista dio a luz a su primera y única hija: Rosalind.

La pareja colaboro durante la Primera Guerra Mundial, él como aviador en Francia y ella como enfermera en un hospital en el pueblo de Torquay.

En 1916, cuando aún prestaba servicio como enfermera, Agatha escribió su primera novela policíaca, titulada ‘El misterioso caso de Styles’, la cual se publicó en Estados Unidos en 1920​ y en el Reino Unido en 1921. En el texto aparecen por primera vez tres de sus personajes más relevantes: Hércules Poirot, el capitán Hastings y el inspector jefe Japp. Antes de eso, varias editoriales rechazaron otras de sus obras.

Fue entonces cuando comenzó la carrera de esta exitosa escritora, una de las más leídas de su tiempo.

Después de publicar su sexto libro en diciembre de 1926, llamado ‘El asesinato de Roger Ackroyd’, fue cuando la vida de Agatha dio un giro inesperado. Su esposo Archibald le pidió el divorcio y confesó estar enamorado de una mujer diez años menor, la secretaria Nancy Neele. Sumado a esto, un poco antes su madre había fallecido.

Su desaparición 

La pareja Christie mantuvo una discusión después de hablar sobre el divorcio. Archibald incluso habló sobre sus planes de iniciar una vida junto a Neele y aseguró que pasaría ese fin de semana en compañía de la joven y un grupo de amigos.

Esa noche, hacia las 9:45, la escritora le pasó una carta a su secretaria. Allí indicaba que “se iba a dar una vuelta”. Dejó a su hija durmiendo en la cama y salió sola en su coche.


Al día siguiente, el 4 de diciembre, encontraron el automóvil abandonado en Newland’s Corner, a casi cien kilómetros de su casa. En el vehículo encontraron sus documentos, abrigo y restos de sangre, lo que alertó al país.

Durante diez días no se supo nada de ella, el misterio parecía sacado de una de sus novelas policiacas. Unos mil policías y 15 mil ciudadanos participaron en el operativo para dar con el paradero de la reconocida novelista, según el recuento de los hechos.

Incluso, el novelista Arthur Conan Doyle, creyente en temas místicos y espirituales, acudió a una médium para conocer el paradero de su colega.


A los 11 días, la encontraron alojada en un hotel en el Swan Hydropathic Hotel, en Yorkshire, un condado ubicado en el centro-norte del país, cuando uno de los empleados la reconoció y dio aviso a las autoridades.

Algo curioso es que ella se había registrado con otro nombre, el de Teresa Neele, justamente el apellido de la amante de su esposo. Además, aseguraba haber perdido la memoria y no reconoció a su esposo.

Agatha reveló pocos detalles de lo que sucedió durante los días que estuvo desaparecida. La versión oficial indica que había sufrido una crisis nerviosa a causa de los sucesos recientes: el divorcio y la muerte de su madre.

Una de las pocas veces que se refirió al tema fue durante una entrevista con el diario británico ‘Daily Mail’, en 1928.

En aquella entrevista, la escritora se refirió a su salud mental: “Voy a ser honesta. Esa noche tenía pensamientos suicidas. Sufría de insomnio y depresión, solo quería que mi vida terminara”, dijo.

Sobre la noche de la desaparición, narró que había conducido sin pensar y “cuando creí estar cerca del acantilado, solté el volante. Pero el auto se topó con algo y se detuvo de golpe”, fue entonces que su cabeza se golpeó contra el volante, lo que explicaría los rastros de sangre.

“Recuerdo haber llegado a una estación de tren y sorprenderme al saber que era Waterloo. Todavía no entiendo por qué los encargados no me reconocieron ni me ofrecieron ayuda si vieron que estaba herida”, explicó al medio en ese momento.

Agatha también se refirió al fallecimiento de su madre, razón por la cual sufría depresión desde hacía un tiempo y “otros problemas privados en los que preferiría no entrar”, algo posiblemente relacionado con la infidelidad de su marido.

Alrededor del tema hubo todo tipo de especulaciones. Algunos aseguraban que la amnesia parecía fingida, o que el caso podía ser toda una estrategia de marketing montada por la novelista, pero nada de eso se comprobó.

Lo cierto es que ‘La gran dama del misterio’, continuó con su vida y su carrera después del incidente.

Dos años después de este suceso, se divorció y luego se volvió a casar con Max Mallowan, un joven arqueólogo catorce años menor que ella, a quien conoció durante un viaje a Irak.

Ese matrimonio perduró hasta la muerte de Agatha, ocurrida en 1976.

Acompañó a Mallowan en sus excavaciones como arqueólogo y desarrolló una pasión por ese tema, al punto de limpiar y reconstruir piezas.

Esas ‘aventuras’ inspiraron varias de sus novelas posteriores, influenciadas por la egiptología y la arqueología, tales como ‘Asesinato en Mesopotamia’, publicada en 1936; ‘Muerte en el Nilo’, publicada en 1937, y ‘Cita con la muerte’, en 1938.

Sobre su historia de vida, en especial relacionado con su desaparición, se inspiró la película de misterio y drama ‘Agatha’, de 1979, protagonizada por Vanessa Redgrave y Dustin Hoffman.